Unas cuantas veces en mi vida he experimentado momentos de una claridad meridiana. En los que durante unos breves segundos, el silencio ahoga el ruido y puedo sentir en lugar de pensar. Todo parece muy definido, el mundo claro y fresco como si todo acabara de nacer.

jueves


El beso de medianoche, no es un beso cualquiera. En el se concentran las esperanzas y el romanticismo de todo el año. Y ese beso super valorado que requiere tantas llamadas, sms, planificación, prisas y copas para que se haga realidad se da en un momento en el que el tiempo salta a la palestra.
Me gustan los pequeños detalles como cuando me mirabas desde abajo y sonreías, cuando te colocabas el pelo de manera delicada o el como te explicabas con expresiones solo tuyas.
Pero también me gustaron otros mas grandes, como el beso del final, dulce, no hizo falta decir mas, todo había salido perfecto.
Ayer fue un buen día y hoy estoy feliz

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