Unas cuantas veces en mi vida he experimentado momentos de una claridad meridiana. En los que durante unos breves segundos, el silencio ahoga el ruido y puedo sentir en lugar de pensar. Todo parece muy definido, el mundo claro y fresco como si todo acabara de nacer.

miércoles


Y ahí estaban tirados, riéndose como si cada carcajada fuera su último aliento.El vinilo seguía sonando, el suelo estaba frío y en el horno un pollo quemado con sabor a ron. Pero nada de eso importaba. La vida resultaba fácil entre esas cuatro paredes blancas. Si en ese momento todo acabase, nada importaría para ellos.

"He entrado al metro de día y cuando he salido ya era de noche. He pensado que tendría que esperar 12 horas para volver a ver la luz del día y ni siquiera he pensado en respirar los últimos rayos antes de entrar. Eso me ha agobiado y por eso vengo de comprar lamparas y un póster de la playa que aumente la credibilidad del ambiente de día que voy a recrear. Soy impaciente y no podía esperar 12 horas. Pero venir caminando cuando ya había oscurecido me ha echo interiorizar la noche asique a la mierda con las luces y el póster, solo quiero velas, oscuridad, pollo, vinilos y cigarrillos".


No quiero moverme de estas cuatro paredes.

sábado

La vida, efímera en sí misma, se compone de pequeños momentos que alargan su duración independientemente de la corta duración de estos.
He pensado en aquella terraza, en ese atardecer. Mi mente divagaba y respiraba tranquilidad en mi persona.Llevo reteniendo ese momento días, aferrándome a él y respirando las sensaciones que tuve.
Mi cuerpo sobrevolaba por encima de las facultades, y se dividía en gotas que se mezclaban con el color rosado del cielo creando una fusión del mundo conmigo misma.  Era una retroalimentación que me recordó el horizonte lleno de expectativas que había creado, mezclado con un nuevo comienzo sin unos pasos previos.

Hoy tu me has recordado esos pasos mientras respirábamos olor a café recién hecho y compartíamos palabras seductoras, que he guardado dando lugar al primer paso, la pasión.

Y el amor sólo es bello mientras duran el contraste y el deseo; después todo pasa a ser flaqueza y costumbre

lunes






Ésta es una historia de "chico conoce a chica" 
El chico, Tom Hansen, de Margate, Nueva Jersey, creció creyendo que nunca sería feliz del todo hasta que conociera a su media naranja. Esta creencia era producto de su exposición al pop triste británico y su interpretación totalmente errónea de la película El graduado. 
La chica, Summer Finn, de Shinnecock, Michigan, no compartía esta creencia. Desde la disolución del matrimonio de sus padres sólo había llegado a amar dos cosas. La primera, su pelo largo y oscuro. La segunda, lo fácil que podía cortárselo, sin sentir nada. 
Tom conoce a Summer el ocho de enero. Se da cuenta casi en el acto de que ella es a quien había estado buscando. 
Ésta es una historia de "chico conoce a chica". Pero más vale que sepan por adelantado que ésta no es una historia de amor.



500 días juntos siempre fue mi propia droga