Unas cuantas veces en mi vida he experimentado momentos de una claridad meridiana. En los que durante unos breves segundos, el silencio ahoga el ruido y puedo sentir en lugar de pensar. Todo parece muy definido, el mundo claro y fresco como si todo acabara de nacer.

viernes



El hombre no puede huir de la angustia, porque la ama, pero tampoco se puede decir que la ame, porque huye de ella. La angustia hace posible la libertad. 

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